miércoles, 27 de agosto de 2014

1 En la toma de posesión todo pasa

El salón era inmenso, la gente se reunía para asistir al traspaso del poder, unos conformes y emocionados, otros no tanto, pero, ya se habían ganado las elecciones, aquellos resultados fueron históricos para el país. Se pedía a gritos un cambio. La falta de gobierno era más que evidente.
Entre los seguidores se veía como elevaban la mano derecha con el puño cerrado dando golpes una y otra vez, mientras gritaban ¡NFIV, NFIV, NFIV…! Otro gran número lloraba de felicidad, La euforia se notaba en los aplausos, la música y los morteros. La alegría se adueño del país después de tanta lucha, yo en lo particular aun no lo creía, aquellos acólitos que nos acompañaban desde sus casas, miraban sus televisores y celebraban en familia mientras se abrazaban. La emoción de un nuevo modelo, la renovación de los poderes era el objetivo, la palabra reestructurar lleva el símbolo “NFIV” tallado en los corazones de la gente. Ese día todo apunto al progreso, a la evolución, a mejorar.
Mi familia y mis seres queridos estaban a mi lado como siempre. En cierto momento me permití echar un ojo a todos los presentes, me encontraba agotado por todo el esfuerzo realizado para llegar a ese día.

Entonces, poso su mano en mi hombro y me dijo:
–¿Te encuentras bien?, cualquier cosa podemos posponer, la gente entenderá.
–No lo veo conveniente… Esta gente vino por nosotros, ¿no lo crees Beremis?
–Sí lo sé, he estado a tu lado todo este tiempo. Batallamos juntos todo lo humanamente posible por este proyecto que busca la unión.
–Hoy llego el día en que el sistema debe cambiar como lo pensamos. Salgamos a darle la cara al pueblo y de una vez por todas hagamos lo que dijimos que haríamos. El camino será largo, ¿cuento contigo?
–Me ofendes con la pregunta.
–No Beremis, no es una pregunta, es una afirmación, Esto es por lo que todos nosotros hemos luchado.
–Pero debes ir poco a poco, se sutil en lo que digas, ellos confían en ti. Tienes lo que nunca tuvo otro presidente, lograste obtener respeto; en los ricos, pobres, religiosos, científicos, filósofos, educadores, médicos, militares y en especial el de tu familia. Ahora debes pagarle con la misma moneda, respeta al pueblo. y si lo olvidas aquí estoy para recordártelo.  
–Pero debemos establecer condiciones para recibir la banda tricolor con orgullo, –dije con voz cavernosa y serena–,  así podremos restaurar la fe en el sistema actual, nunca estuvimos de acuerdo con ciertas estructuras ¿recuerdas Beremis? siempre creímos conveniente no hablar eufóricamente de ello. En la política si tus ideales son buenos terminan afectando intereses y como consecuencia logra granjearte fama pero, también enemigos tan fáciles que uno no se da cuenta. Aquella frase que nos dijeron un día aun me acuerdo “se precavido, la política es una dama de la alta alcurnia”.
–Ve estimado amigo –hizo un ademan con su mano derecha señalando mi puesto en el estrado–, ahora nuestros destinos serán escritos con tu mano.
–No con la mía, con la nuestra, con la de todos.

Las condiciones climáticas de ese día eran favorables, un sol radiante y un clima agradable, en el ambiente se sentía la emoción de un pueblo lleno de esperanzas.
Yo me encontraba agotado tenía una sed terrible, durante todo el día no había logrado ingerir alimento alguno, ni un sorbo de agua. Así que camine hacia mí puesto al lado del presidente saliente, tome asiento como lo demanda el protocolo. Me permití ingerir un sorbo de agua.
Una vez todos ubicados para dar inicio se escucharon los aplausos, el presidente de la asamblea invocó mi nombre. Me levante, camine lentamente, los zapatos extrañamente me pesaban, los hombros igual. Ya sentía el enorme compromiso de guiar a una nación por el buen o mal camino, llevaba tanto tiempo preparándome para eso que no tuve tiempo de reflexionar si mi cuerpo o mente soportarían la carga.
Me paré frente a todos los presentes, las cámaras me enfocaban, mi ritmo cardiaco aumentaba como el de un corredor al culminar los 100mts planos, mi respiración era lenta y entrecortada, pero ya estaba ahí y no podía mirar para atrás. Ya sólo me espera la banda tricolor y el inicio de una nueva responsabilidad.
El presidente saliente tenía la tarea de ceder la banda tricolor que llevo durante tanto tiempo, no se le notaba alegre con la idea de entregar el poder, díganme, ¿a quién le gustaría?, creo que es difícil hacerlo cuando se está acostumbrado a mandar. Pensé rápidamente, que no me pase lo mismo. Noté que en sus ojos se reflejaba el odio y la culpabilidad de un pueblo, no era para menos, pero no lo juzgo yo voy iniciando el largo camino por el que él ya recorrió tanto. Ahora debo tener presente esa imagen y evitar verme reflejado en él.
Coloque mi mano izquierda sobre la constitución y eleve mi derecha con la palma extendida e hice el juramento. Los aplausos volvieron en forma espontanea y una vez terminado el presidente saliente fue despojado de su poder con el que fue envestido durante tanto tiempo, y así de forma natural el presidente de la asamblea me colocó la banda sobre mi hombro y sonrío amablemente.

–Ya podemos hablar de igual a igual, –susurré en su oído, cuando me abrazó sorpresivamente el presidente saliente en señal de respeto, eso creo, mire en derredor observé que la gente murmuraba sobre aquella escena.
Luego simbólicamente cambiamos de sillas, en pro de que yo asumiera con toda las de la ley, la presidencia de la República. Ahora todos de pie se escucho una voz al fondo. Daremos inicio al Himno Nacional. Una vez culminado pasamos a la firma del acta.
Al final la exhortación al presidente saliente para su retiro por la puerta sur del congreso. Justo entonces me fue dada la palabra, entonces pensé el ahora recién ex presidente se veía un poco cabizbajo al momento de su partida. Entendí entonces que ya era la hora:

– ¡Buenas Tardes! Saludos a todos los presentes, venezolanos y venezolanas y demás invitados. He dedicado este día a Dios primeramente –dije con voz temblorosa– quiero dar gracias a todos por creer en nuestro proyecto.

El silencio fue impresionante, todos estaban a la expectativa de que diría, empecé a sudar en forma inmediata, los ojos y odios de muchos están a la espera de lo que dijera o hiciera.
Me tome unos segundos para recobrar el aliento y poder continuar.

–Se dice que del árbol caído todos quieren hacer leña, esto le pasó a la Política. Sí a la Política, aunque no lo crean, cada palabra tiene una historia y merece ser contada, para ello que mejor que contarla aludiendo a lo que era, y, lo que termino siendo. Todos tenemos sueños aunque hay algunos que los niegan, en los andares de la vida aprendemos de los mayores aunque en especial de nuestros familiares y amigos, pues en la experiencia radica la sabiduría, ya hay un viejo adagio que reza:  más sabe el diablo por viejo que por diablo.

Tome otro sorbo de agua, la confianza se adueño de mí al instante, olvide mis temores. En mi cabeza rondaba la frase “confía plenamente en ti”. Continué.
            – ¡Disfrutemos como nadie de la vida!, pues nos enfrentaremos a los problemas según sea el caso, no existe cuesta tan grande que no podamos conquistar.  Sé que los actos de justicia son reales y nos enseñaran el camino correcto para tomar decisiones.
            –Fácil, es otra bella palabra de la que muchos hacen alarde cuando algo les sale bien, –hice un ademán con mi mano izquierda y la lleve a mi barbilla, la acaricié suavemente, mientras notaba como el público se mostraba cada vez más interesado– pues para la política fácil es un antónimo, la némesis de este idilio que vamos a iniciar, no pretendo decirles que el trabajo que se viene es simple, puesto que no lo es, el deber nos llama a ser uno y pensar en todos por un bien común, llegada la hora cada persona tomará sus propias decisiones, el camino será cada vez más largo no les puedo mentir.  
Aquellos que han seguido esté sueño desde el principio les digo que estoy seguro que la historia les recompensara, no busquen la gloría temprana e inmadura pues ese es el camino de los débiles, hacerse de un nombre para ser recordados es de valientes, y, lleva tiempo, pero dejen que la misma historia y los años venideros le ponga nombre a nuestra causa que inicia con la justa lucha por gobernar está nación de hombre y mujeres dignas.
Debemos empezar por aceptar a nuestros antiguos gobiernos y comprender la realidad con las que debemos luchar, sin odio: la pobreza, la corrupción, las drogas, las delincuencia el odio y desamor por lo propio, es lo que debemos reestructurar y eso será nuestro objetivo, somos parte de ello, les digo que todo eso cambiará cuando cada uno de nosotros asuma la tarea que les corresponda y deseen formar parte de la historia, que se ayuden, y escribamos juntos el cómo debe ser nuestro país, buscar juntos definir ¿qué queremos? y ¿cómo lo queremos?

La euforia se adueño de mis emociones y reemplazo el miedo por fortaleza y confianza, pero la garganta empezó a dolerme, y mis sentidos estaban alterados, no preste mayor importancia a aquello, así que seguí.
            –Pienso que todos los aquí presentes sueñan una tierra mejor para sus hijos, nietos y demás descendientes, asimismo el compromiso esta en todos, no en uno sólo. El principal objetivo es devolverle al pueblo su poder original puro sin macula alguna, la verdadera bondad esta en cada uno de nosotros, tengan también presente que la tristeza mata más que las pistolas y la indiferencia más que las drogas.
           
De pronto sentí un mareo intempestivo si razón aparente a lo mejor es la ausencia de alimentos y agua durante todo el día.

            –He aprendido de la historia que los gobiernos individuales tienen la costumbre de acabar mal. El sueño es forjar nuestro destino por lo que somos, cada país es diferente y somos hermanos todos, pero tenemos sistemas y estructuras diferentes, eso hay que tenerlo presente.
Optaremos por el acto sublime de gobernar de acuerdo a nuestras propias costumbres. Somos una tierra libre, pero cautivos de nuestros propios recursos, debemos dar un paso y sé que el actual sistema nos tiene encadenados, acabemos con los esclavizadores de nuestro futuro, de nuestros logros. Ya basta de matraqueo y falsa burocracia que abren paso a la plena corrupción, ha llegado el momento de recuperar el control.
Las leyes que se forjen deben ser a favor del pueblo no de un hombre, aquellos que dicen ser gobernantes terminan siendo dictadores modernos pero dictadores en fin. Por ello hoy me encuentro frente a todos ustedes hombres y mujeres presos de este sistema corrupto, victimas del consumismo, y entiendo que me han encargado ser la figura que los represente y así lo hare.
Quiero decirles que en primera instancias propongo la lucha por ¡la no reelección presidencial! ya que al aceptar una ley de reelección es como aceptar que no somos capaces de tener ideas nuevas, y estoy seguro que no lo es.
La tierra venezolana es rica y cada día nacen hombres y mujeres capaces de ejercer el camino de nuestro amado país,  creo fielmente que una sola persona no resuelve los problemas pero todos juntos si podremos. Solo tenemos que…
Me fallaron las piernas, caí lentamente sobre mis rodillas, en ese momento la garganta me dolía, lleve mis manos hacia el cuello tratando de deshacerme el nudo de la corbata, no lograba respirar, sentía que los pulmones explotarían, el mareo fue acorde con la perdida de oxigeno, los ojos se me nublaron, la gente a mi alrededor se preocupo, el jaleo por aquella escena era terrible, alguien al fondo grito veneno, lo han envenenado, han envenenado al presidente, fue cuando  vi pasar mi vida en un segundo. 

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