viernes, 29 de agosto de 2014

3 Hay sucesos que cambian la historia

    Año 1989, Carlos Andrés Pérez, llega por segunda vez al poder como presidente. Inmediatamente se ve obligado por el Fondo Internacional Monetario a aplicar un paquete neoliberar por concepto de ajustes económicos para garantizar una posible estabilización. El Paquetazo incluye la privatización de las empresas públicas, la protección de la empresa privada y el fomento de la descentralización, el aumento de los servicios básicos, la luz y la gasolina, medidas que desencadenan una serie de eventos que dan originen a el Caracazo o Sacudón; nombre que se da a los hechos que se suscitaron en Caracas. Los términos de genocidio, asesinatos, fosa común, empiezan a tomar forma, el pueblo aprende estos nuevos conceptos, las órdenes giradas son en el sentido de atacar a un pueblo.
    Siento temor al imaginar aquellos hechos de violencia que terminan involucrando palabras como desaparecidos. No es fácil luchar contra aquellas situaciones cuando un pobre motivado por sus emociones toma la decisión de hacerse notar en la vida social, la historia tiene mucho que hablar de eso, como solo un pueblo reprimido sabe hacerlo. Los movimientos y acciones de aquel momento fueron lamentables, vemos que los afectados son principalmente los negocios y abastos que terminan saqueados; resulta ser que muchos acaparaban comida y privan a su igual de leche, pan y huevos, pero como en todo; hasta las bodegas de los vecinos que toda la vida estuvieron a sus lado y brindaron apoyo con el tradicional “lleve fiado” sufren los embates de la rabia comunal y, se ve afectado hasta el que no lo merece.
    El objetivo no era por electrodomésticos ni prendas de lujo alguno, sino por sustento. He leído que se hablo de un aumento en el pasaje, esto fue el detonante de la rebelión sin control, aquello fue de diez a quince bolívares, eso bastó para que quemaran buses y se diera paso a los actos violentos que cobraron la vida de muchos.
    En la violencia solo se encuentra más violencia.
    –¡Por fin, ahora si estamos haciendo historia! –gritaban a todo pulmón los pobres, ya cansados de tanto maltrato.
    La sociedad cansada de tanta injusticia toma la solución en sus manos y aparece la mala expresión “justicia social”. Cuando se toman decisiones erradas el que paga los platos rotos siempre es el que menos participación tiene. Un pequeño grupo hizo de “inteligencia policialestos efectuaron la caza y el vulgar asesinato de jóvenes estudiantes; algunos serian abandonados en plena autopista como simples perros callejeros, otros borrados totalmente del mapa, y algunos otros años más tarde serian identificados en fosas comunes, bajo las autopsias se desvela la identidad de unos. Es un triste lugar conocido en la actualidad como LA PESTE.


    A finales de ese año, se iniciaría un proceso de gran trascendencia para la población. !Sorpresa¡ se vería en el país uno de los primeros actos sociales de transferencia directa de los recursos a través de la famosa Beca Alimentaria, claro, estaba destinado a la parte más vulnerable de la sociedad, conforme avanzaba el epiléptico segundo gobierno de Carlos Andrés, las convulsiones serian evidentes, el resto de sus programas tuvieron la imposible tarea de lidiar con la mal acostumbrada burocracia, se buscaba aumentar las matriculas en la educación y en sus primeros años se lograron números favorables pero al poco tiempo de su inauguración el país cambiaría de idea, un poco más de dos millones supuestamente se beneficiaron, pero se cometió el grave error de no priorizar el gasto social, y termino siendo el mayor gasto de la época, al poco tiempo veríamos los resultados del mismo.
Un grupo de amigos y yo disfrutaríamos de tales beneficios pues éramos del grupo llamado los vulnerables, ya por aquellos tiempos se decía:
    –Gracias a este gobierno por fin se nos toma en cuenta para algo, –dijo un pobre.
    No tarde mucho tiempo en preguntarme ¿qué es un gobierno?, púes gran inquietud me embargaba, las peguntas de los niños resultan ser un tanto frustrante, si la sociedad no cuenta con argumentos claros la respuesta se hace casi imposible, pues mis compañeros, maestros y amigos decían:
    –¡Gobierno es esto!, es darle a la gente que no tiene.
Aquello marcaría mis pensamientos tan rápido como el florecimiento de lo que llamamos amor a primera vista. Lo sé claramente, porque tengo uno.


    Pronto llegaría aquel día, ese funesto mes de Febrero día cuatro del año 1992, habla el moribundo y cojo gobierno de Pérez. El país se ve encaminado a una crisis nuevamente, los venezolanos de mi generación se enfrentarían a nuevos retos sociales y preguntas más complicadas Era martes esa tranquila mañana, me presentaba en clases como siempre. Para sorpresa de mis compañeros y la mía es que a media mañana nos notifican que debemos volver a casa, los maestros alterados sacándonos tan rápido de aulas como el tiempo se los permitía, algunos padres llegan apurados a buscar a sus hijos, la zozobra aumentaba rápidamente para mí, la intriga se apoderaba de mis pensamientos púes no se nos decía nada, cuando escuchó que alguien levemente comenta –un grupo de militares armado se alzó contra el gobierno–, de repente se oye un grito estruendoso en la salida de la escuela, –¡hay un golpe de estado!–, al escuchar aquello, el corazón me latía de pánico, y pronto me di cuenta que mucho de mis compañeros lloran desesperadamente, yo sigo la tónica como para no desencajar, pero al final me digo:
    –¿Qué es GOLPE DE ESTADO? –Me permito mirar en derredor, la maestra cae por las escaleras y golpea a un niño ambos se lastiman gravemente, todo por escuchar tal frase. Imagino que debe ser algo terrible lo que dicen, aunque claro está, que desconozco el término, y lo único que se me puede ocurrir es que esa palabra es por algo malo.
    Para ese momento pude descubrir que las emociones colectivas frente a una palabra tienen el impacto profundo de brindar o robarte la calma en cuestiones de segundos. Pronto me enteraría que quien estaba al frente de aquello que llaman golpe de estado, sería nada más y nada menos que Hugo Rafael Chávez Frías un personaje del cual más adelante representara un papel muy importante en el camino de los venezolanos.
Al transcurrir las horas aquello que inicio con un desaforado momento de restaurar el poder en el pueblo, tendría trágicas consecuencias o un desenlace melancólico, no se lograron los objetivos de los rebeldes, además se vieron obligados a rendirse en aras de evitar más derramamiento de sangre. De igual forma ese mismo año nos enfrentaríamos nuevamente a actos de manifestaciones eso fue para las fechas de veintisiete noviembre, regalándonos otro golpe de estado también infructuoso.
    Los años venideros representaron protocolo según los historiadores y comentaristas o lo que conocemos como trámites burocráticos, nada era sorprendente ni difícil de entender en los años próximos a mi vida, todo era causa y efecto de las decisiones del gobierno, la economía iba creciendo y cayendo, los ciudadanos alegres y tristes, a las familias no les toca de otra que luchar “por el pan de cada día”. En casa todos colaborábamos de una u otra forma. Así empezamos la lucha.

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